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La escuela no está funcionando para mi hijo. ¿Y ahora qué?

Ninguna escuela es perfecta para todos los niños, pero para algunas familias puede resultar especialmente difícil encontrar la adecuada para su hijo. ¿Qué puedes hacer cuando la escuela y tu hijo no parecen encajar?

Las escuelas varían mucho en su enfoque de la enseñanza y el aprendizaje, y todos los estudiantes merecen la oportunidad de aprender en un entorno adecuado. Desafortunadamente, no siempre es fácil encontrar la escuela más adecuada para cada estudiante y, para algunos niños, hay elementos comunes y presentes en la mayoría de las escuelas que les presenta gran dificultad. ¿Qué puede hacer un padre de familia cuando la escuela no funciona bien para su hijo?

Ver que a tu hijo se le dificulta la escuela es doloroso, no hay forma de evitarlo. Lo único que quieres es que prospere, ¿verdad?

Aunque hay muchos tipos diferentes de escuelas, hay elementos comunes que están presentes en la mayoría de las escuelas públicas (y en muchas de las privadas), y algunas de estas cosas pueden ser difíciles para algunos niños. Por ejemplo:  

  • En las escuelas usualmente se pasa mucho tiempo sentado y escuchando.

  • Los estudiantes tienen que seguir muchas normas.

  • El estar inquieto o el movimiento libre suelen considerarse una distracción.

  • Hay muchas transiciones a lo largo del día, y los estudiantes tienen que seguir un horario asignado.

  • Se espera que los estudiantes terminen los deberes y los entreguen a tiempo.

  • No hay mucho tiempo al aire libre y los tiempos de descanso pueden ser cortos.

  • La mayoría de los estudiantes, especialmente en primaria y la escuela media, no tienen muchas opciones sobre las actividades diarias en la escuela. 

Para muchos niños, las transiciones que conlleva el inicio de un nuevo año escolar pueden ser difíciles. Pero, ¿qué pasa si las dificultades de tu hijo se prolongan más allá de los dos primeros meses? 

Tú eres quien mejor conoce a tu hijo. Si ya han pasado los primeros meses del año escolar y tu hijo sigue mostrando signos de tener dificultades, por ejemplo, todos los días sufre de tristeza o pesar por ir a la escuela, los deberes son una batalla nocturna o tiene problemas sociales, es hora de tomar el siguiente paso.

Estos son algunos aspectos para tomar en cuenta al hablar del tema con tu hijo y su maestro.

(En el caso de los estudiantes mayores, la persona más indicada sería el consejero, decano, subdirector u otro miembro del personal escolar implicado).

1

¿En qué le va bien?

Esta es la primera pregunta que hay que hacer. ¿Hay alguna clase o asignatura que esté funcionando mejor que otras? ¿Qué ocurre allí? Piensa qué estrategias podrían aplicarse en otras áreas para ayudar a tu hijo. Por ejemplo, tal vez tenga más espacio para moverse por el aula, o un profesor que le deja sentarse al frente de la clase, o está aprendiendo la lección de manera práctica con experimentos o talleres.

2

¿Puede haber alguna limitación física que afecte su capacidad para participar en la escuela?

¿Ha tenido un examen reciente de la vista, por ejemplo? ¿Puede oír todo lo que dice el profesor?

3

¿Existen adaptaciones razonables que puedan servirle de apoyo?

Aunque tu hijo no tenga un IEP, es posible que la escuela pueda ofrecer algunas adaptaciones que podrían ayudarle de forma significativa. Por ejemplo, su profesor podría crear una zona de trabajo en donde el estudiante pueda estar de pie en lugar de sentado, o permitir un objeto que le haga sentir cómodo.

4

¿Ha sido evaluado para recibir servicios de educación especial?

Si no es así, podría ser el momento de considerar una evaluación para determinar si tu hijo podría tener un trastorno del neurodesarrollo (como el trastorno por déficit de atención o el autismo) o una discapacidad de aprendizaje (como la dislexia) que esté afectando su experiencia en la escuela.

5

¿Existe un problema de compatibilidad entre el maestro y el estudiante?

A veces, por desgracia, un profesor no es el adecuado para un estudiante específico. La mayoría de las escuelas se resisten a cambiar a un estudiante de aula porque la asignación de clases suele tener en cuenta múltiples factores, y las escuelas no pueden adaptarse a las preferencias de cada familia. Pero si crees que los problemas de tu hijo están directamente relacionados con su relación con el maestro actual, merece la pena hablarlo con el director.

6

Si todo lo demás falla y tu hijo sigue teniendo dificultades, ¿hay alguna otra escuela local que funcione mejor?

Cambiar de escuela nunca es algo que deba tomarse a la ligera y no siempre es una opción. Pero si vives en un distrito escolar con otras escuelas para elegir el próximo año, puede que merezca la pena tomar esto en cuenta. Es probable que tu distrito también ofrezca algún tipo de opción de "traslado por dificultades" para los estudiantes que realmente lo necesiten; puedes llamar a la oficina de matriculación para averiguar cómo es el proceso. Por último, es posible que en tu comunidad haya escuelas públicas chárter o magnet que adopten un enfoque diferente de la enseñanza, o escuelas privadas que puedan ofrecer ayudas económicas. Siempre puedes llamar o consultar con otros padres de familia para saber qué hay disponible en tu zona escolar y saber cuáles son todas las opciones.

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