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Lo que deben saber los padres sobre el acoso escolar

¿Qué puedes hacer si tu hijo sufre acoso en la escuela o por Internet? Nuestros Navegadores comparten sus consejos.

No hay nada peor para un padre de familia que sentir que no puede mantener a su hijo a salvo y seguro. Si tu hijo es objeto de acoso, lo más probable es que no solo te sientas preocupado y frustrado, sino también impotente. Aunque no hay soluciones fáciles, nuestros Navegadores tienen algunas recomendaciones sobre cómo ayudar.

¿Qué es el acoso escolar?

No todos los conflictos entre estudiantes se califican como acoso escolar, según su definición. ¿Cómo puedes saber si tu hijo es víctima de acoso escolar o si se trata de un conflicto común en el patio de recreo?

El acoso escolar...

  • Es un comportamiento repetido. El acoso escolar es un patrón de maltrato selectivo. Si tu hijo es víctima repetida de otro u otros niños, es posible que esté sufriendo acoso escolar.

  • Causa daño psicológico o físico. No es necesario que un estudiante sufra daños físicos para que se considere acoso; el acoso puede causar angustia emocional, ansiedad y depresión. El acoso también puede resultar en daños a pertenencias del estudiante.

  • Puede tener lugar en persona o por Internet. El acoso no tiene que tener lugar en la escuela. También puede darse en línea, a través de las redes sociales, el correo electrónico o los mensajes de texto.

  • Crea un ambiente hostil en la escuela. El acoso puede hacer que un estudiante se sienta inseguro en la escuela. También puede impedir su experiencia de aprendizaje.

¿Qué puedo hacer si mi hijo es víctima de acoso?

Si tu hijo sufre acoso escolar, es probable que sea muy angustioso tanto para él como para toda la familia. Esto es lo que recomiendan nuestros Navegadores:

  • Habla con tu hijo. El primer paso es entender lo que está ocurriendo, preguntarle a tu hijo cómo le gustaría que lo apoyes y cómo pueden trabajar juntos para detener el acoso. Asegúrate de que tu hijo entienda que no es culpa suya; nadie merece ser acosado.
  • Mantén la calma y objetividad durante la conversación. Si a tu hijo le cuesta hablar, busca un momento de calma para hacerlo, por ejemplo, en el auto cuando estén manejando a algún lugar, cuando estén jugando a la pelota o leyendo antes de dormir.
  • Haz preguntas. ¿Hay algún antecedente entre ustedes? ¿Ha habido conflictos en el pasado? ¿Ha ocurrido antes? ¿Te preocupa que vuelva a ocurrir? ¿Qué te haría sentir más seguro? ¿Puedo ponerme en contacto con la escuela o el maestro para hablar de esto?
  • Documenta lo que ocurre. Si tu hijo es víctima de acoso en la escuela, toma nota por escrito de lo que ha ocurrido y cuándo. Toma fotos de cualquier daño físico que ha sufrido tu hijo o sus pertenencias. Si el acoso tiene lugar en Internet, no respondas ni contactes al acosador: bloquéalo inmediatamente de todas las plataformas de redes sociales y guarda registros de todos los incidentes de acoso. Asegúrate de guardar capturas de pantalla de los mensajes con fechas y horas, y de los correos electrónicos o mensajes de texto que tu hijo haya recibido. Por último, evita agravar involuntariamente el problema compartiendo publicaciones de acoso.
  • Notifica a la escuela. Comparte tus preocupaciones, junto con las pruebas que has recopilado, con el maestro, director y subdirector de tu hijo. Asegúrate de incluir:
    • Información sobre lo ocurrido

    • Fechas

    • Todas las personas implicadas

    • El relato de los hechos por parte de tu hijo

    • Cualquier comunicación que ya hayas tenido con profesionales (maestros, administradores, etc.) y sus respuestas

    • Cualquier documentación o prueba que hayas recopilado (como capturas de pantalla, notas, etc.)

Aquí tienes un modelo de carta que puedes adaptar y utilizar para ponerte en contacto con la escuela de tu hijo.

Pero, ¿qué pasa si el acosador es mi hijo?

En primer lugar, no entres en pánico. Todo el mundo comete errores, y tu hijo puede aprender y cambiar su comportamiento. Primero, es importante comprender su punto de vista: ¿qué estaba sintiendo y pensando en ese momento? ¿Hay algo más en la escuela o en casa que le hace sentirse inquieto, molesto o enfadado? Pídele a tu hijo que tenga en cuenta los sentimientos del otro niño y trabajen juntos para encontrar la manera de arreglar las cosas. Por último, hagan un plan para tomar mejores decisiones la próxima vez. Para más información sobre este tema, consulta este recurso del Child Mind Institute.

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