Mi hijo está siendo evaluado por dislexia. ¿Qué debo esperar?

En primer lugar, no hay que preocuparse: una evaluación de dislexia no conlleva ningún problema. Ni siquiera ocupará gran parte de la jornada escolar de tu hijo. Aun así, puede que te preguntes por qué vale la pena dedicar tiempo a una prueba de detección si el estudiante no muestra ningún signo de problema de aprendizaje.

Desafortunadamente, muchas personas con dislexia pasan por la escuela (e incluso por la vida) sin un diagnóstico y sin el apoyo que necesitan, y pueden tener dificultades innecesarias por ello. Cuanto antes se haga el diagnóstico, mejor, porque las intervenciones son más eficaces cuando los niños son más pequeños. Además, los niños mayores que tienen dificultades para leer pueden sufrir estigmas sociales y otras frustraciones (como no poder leer los mismos libros que sus amigos) que los niños más pequeños no experimentan.

¿En resumen? 

Las evaluaciones universales de dislexia son algo positivo, y la mayoría de los estados las están aplicando. Esto significa que es probable que tu hijo sea evaluado por dislexia en algún momento entre kínder y tercer grado (y posiblemente varias veces durante esos años).

Averigua si tu estado exige evaluaciones universales de dislexia.

La evaluación suele realizarse de forma individual con un especialista de lectura en la escuela de tu hijo. Se le pedirá a tu hijo que realice una serie de tareas breves, como repetir los sonidos de las letras, mirar las letras en la página y decir los sonidos asociados a ellas, o hacer o identificar conjuntos de palabras que riman.

El apoyo específico que necesite tu hijo dependerá de la naturaleza de su dislexia, de cómo se presente y de cómo sea su desarrollo de lectoescritura. También dependerá de su edad y de su nivel escolar. Algunos estudiantes podrán necesitar una instrucción especialmente diseñada a través de la educación especial. Si es así, los apoyos que reciban se describirán en un Programa de Educación Individualizado o IEP. (Aprende más sobre los IEP aquí). Otros estudiantes podrán necesitar adaptaciones proporcionadas en un Plan de la Sección 504, mientras que otros estudiantes trabajarán con un especialista en lectura como parte de su jornada escolar.  

Vale la pena preguntar al maestro de tu hijo si alguien en la escuela está capacitado en el enfoque Orton-Gillingham para la enseñanza de la lectoescritura, que es un modelo popular y eficaz para la tutoría de estudiantes con dislexia. Pero independientemente del servicio que reciba tu hijo, es importante asegurarse de que reciba un enfoque de apoyo multisensorial. Esto significa que el apoyo involucra múltiples sentidos, incluyendo elementos visuales, auditivos, táctiles e incluso cinestésicos (de movimiento). Hay muchas investigaciones que demuestran que el apoyo multisensorial es vital para los niños con dislexia, por lo que es bueno preguntar en la escuela cómo lo van a proporcionar.