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Lo que deben saber los padres sobre los IEPs

Ciertas dificultades escolares son de esperar, pero ¿cómo puedes saber cuándo necesita tu hijo recibir apoyo adicional?

Muchos estudiantes tienen dificultades en la escuela de vez en cuando. Pueden tener dificultades con algún aspecto del trabajo académico; pueden tener problemas sociales; o pueden estar aburridos. Es de esperar que los niños tengan ciertas dificultades y es productivo para ellos aprender a enfrentar ciertos obstáculos y superarlos. No todos los problemas requieren una intervención. Pero como padre de familia, ¿cómo puedes saber cuándo es el momento de que tu hijo reciba apoyo adicional? ¿O qué pasa si está muy claro que tu hijo tiene necesidades que no están siendo satisfechas en la escuela, pero no estás seguro de qué hacer?

La Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) es una ley federal que protege los derechos de los estudiantes con discapacidades a tener acceso a una "educación pública gratuita y apropiada". En virtud de IDEA, los estudiantes que se ven "afectados negativamente" por un determinado subconjunto de discapacidades pueden optar por un Programa de Educación Individualizado (IEP, por sus siglas en inglés), que define un plan de instrucción que les permite tener acceso total a su educación. Un IEP no consiste en ponerle una etiqueta de "problema" a tu hijo ni en estigmatizarlo; se trata de establecer un conjunto de apoyos y recursos que satisfagan sus necesidades individuales, para que pueda prosperar en la escuela. Pero conseguir un IEP, entender lo que significa y asegurarse de que realmente está ayudando a tu hijo puede ser un proceso abrumador.

Esto es lo que todos los padres de familia deben saber sobre los IEPs, tanto si tu hijo tiene uno como si no:

  • Un IEP define un plan específico de instrucción y apoyos para asegurar que un estudiante pueda prosperar en la escuela. El plan incluirá las destrezas y áreas de dificultad de tu hijo, sus objetivos anuales y los apoyos y las acciones que deben tomar los maestros para ayudarlo a alcanzar esos objetivos. Puede tratarse de cosas como apoyo académico en grupos pequeños en clase; ayudas visuales, organizadores gráficos u otras herramientas y recursos; tiempo adicional para tareas específicas; apoyo de un consejero escolar o un psicólogo; y mucho más.
  • El proceso para conseguir un IEP comienza con una evaluación del estudiante. Como padre de familia, puedes solicitar que tu hijo sea evaluado para recibir servicios de educación especial. Las escuelas públicas deben ofrecer estas evaluaciones de forma gratuita, pero también puedes optar por una evaluación privada si lo prefieres. Otra posibilidad es que la escuela sugiera que tu hijo sea evaluado, pero deben obtener tu permiso antes de seguir adelante. Esta tabla de Understood resume los pasos necesarios para obtener un IEP.
  • La elegibilidad para un IEP está definida por ley federal. En virtud de la ley IDEA, los estudiantes pueden optar por un IEP si se ven "afectados negativamente" por una discapacidad que entra dentro de 13 categorías concretas. Estas categorías incluyen discapacidades de aprendizaje específicas (como la dislexia, la discalculia o el trastorno del procesamiento auditivo), sordera, discapacidad visual, lesión cerebral traumática, trastorno del espectro autista, dificultades del habla y del lenguaje, y otras. Los estudiantes que tienen dificultades en la escuela por motivos ajenos a estas 13 categorías no pueden optar por un IEP, pero sí a un plan 504, que cubre cualquier otra excepcionalidad que interfiera en la capacidad de un estudiante para aprender en un aula de educación general (muchas cosas pueden cumplir estos criterios: por ejemplo, problemas de atención, condición de "superdotado o talentoso" o una alergia alimentaria grave). Consulta esta guía práctica para entender las diferencias entre los IEPs y los planes 504). Y aunque las categorías definidas por IDEA representan un punto de partida para la elegibilidad de un IEP, cada estado tiene cierta libertad para ampliar lo que incluye o definir las categorías. Criterios que se te presentarán durante la reunión de determinación de elegibilidad.
  • Un IEP es redactado por un equipo que incluye a los padres de familia. El equipo del IEP de tu hijo estará formado por ti y por otras personas: probablemente el maestro de la clase, un profesor de educación especial, un experto relacionado con la discapacidad de tu hijo (como un especialista en terapia del lenguaje o un especialista en lectura), un representante del distrito escolar y un intérprete si es necesario. Juntos hablarán sobre las necesidades de tu hijo y cómo satisfacerlas, antes de que un profesor o un miembro del personal de educación especial del distrito ponga por escrito estos planes. A medida que tu hijo crezca, tal vez desees incluirlo también en las reuniones de su IEP. Cuando tenga más de 16 años, podrá ser un miembro oficial de su equipo de IEP.
  • Los IEPs son documentos legales, además de un plan por escrito para el día a día de la experiencia escolar de tu hijo. Una vez escrito y firmado, el IEP es un documento legalmente vinculante. Pero no debe ser un mero contrato que se guarde en un cajón. El IEP debe incluir suficientes detalles para articular cómo los apoyos de tu hijo cambiarán su vida diaria en la escuela y mejorarán su experiencia. Si el IEP no te dice estas cosas, es importante que le preguntes a los profesores de tu hijo.

¿Qué puedes hacer si crees que tu hijo necesita un IEP?

“Como padre de familia, eres miembro igualitario del equipo del IEP de tu hijo. El IEP debe elaborarse en colaboración contigo, y no se te debe simplemente presentar.”
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Conoce tus derechos.

Como padre de familia, eres miembro igualitario del equipo del IEP de tu hijo. El IEP debe elaborarse en colaboración contigo, y no se te debe simplemente presentar. Si el inglés no es tu idioma principal, tienes derecho a que un intérprete capacitado esté presente en todas las reuniones. (Tu hijo o un miembro del personal escolar sin formación profesional no cuentan como intérpretes, aunque sean totalmente bilingües). Y no debes sentirte presionado para aceptar un IEP que te parezca insuficiente. Si el IEP no tiene objetivos claros y no te hace sentido dadas las necesidades de tu hijo, sigue presionando al equipo. También puedes llevar a una persona de apoyo a las reuniones del IEP si lo deseas, como tu Navegador, otro padre de familia que pueda abogar por tu hijo o hasta un amigo que pueda escuchar y tomar notas. Una vez redactado el IEP, la escuela de tu hijo está obligada a cumplir con los apoyos a los que se ha comprometido. Por último, si te preocupa que tu hijo no está recibiendo los apoyos acordados, o si los que está recibiendo no son suficientes, tienes derecho a plantearlo al equipo del IEP de tu hijo o solicitar que se vuelva a reunir un equipo formal. (Lee más sobre tus derechos en el proceso del IEP).

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Identifica tu punto de contacto.

El sistema de servicios de educación especial puede ser abrumador. Intenta identificar a una persona de contacto en la escuela de tu hijo: Puede ser un profesor o director de educación especial, un psicólogo escolar o un terapeuta o intervencionista que apoye a tu hijo. Asegúrate de saber a quién te puedes dirigir cuando tengas preguntas y cómo comunicarte de la manera más eficaz.

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Se persistente.

Es posible que la escuela de tu hijo no quiera realizar una evaluación, ya que es más trabajo para ellos. Pueden sugerir (sin una previa evaluación y la eventual determinación de la elegibilidad del IEP) que los apoyos existentes son suficientes, o pueden seguir diciéndote que "esperes para ver qué pasa". Pero esperar demasiado puede costarle a tu hijo un valioso tiempo de aprendizaje. Si crees que la escuela no está satisfaciendo las necesidades de tu hijo, sigue preguntando y pidiendo ayuda. Es tu derecho y el de tu hijo que se realice una evaluación y que reciba instrucción especializada si es elegible.

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Haz preguntas.

Probablemente tengas muchas, y tienes derecho a recibir respuestas en términos comprensibles. Puede ser desalentador hacer preguntas en una sala llena de profesionales de la educación, pero no tengas miedo de hablar. A veces, los resultados de la evaluación se proporcionan en jerga educativa o psicológica; haz las preguntas que necesites para sentirte totalmente cómodo con lo que contiene el IEP de tu hijo. Si te sientes abrumado, estas cinco preguntas son un buen punto de partida.

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