Aprendiendo en casa / Edades 5-18

Lo que deben saber los padres sobre las tareas escolares

Las tareas y deberes escolares pueden ser herramientas útiles, pero también son fuente de ansiedad y frustración. ¿Cómo debemos abordar el tema de las tareas?

¿Cuál es la función de las tareas escolares? ¿En realidad funcionan para que tu hijo aprenda? ¿Cuántos deberes son demasiados, o demasiado pocos? Y la pregunta más importante de todas: ¿Está bien ayudar a tu hijo con las tareas?

La información que tenemos sobre las tareas escolares es contradictoria. Los datos sugieren que los deberes pueden ser una herramienta útil para reforzar o ampliar conceptos aprendidos en clase. Pero, en realidad, el tema de los deberes escolares no es tan blanco y negro como los defensores u opositores quieren hacer creer.

Esto es lo que los padres de familia deben saber:

En general, las tareas escolares benefician más a los estudiantes mayores. Los estudios demuestran que los estudiantes de secundaria son los que más beneficio obtienen de las tareas, seguidos por los estudiantes de escuela media.

Para los niños más pequeños, las tareas escolares pueden tener ciertos efectos positivos que van más allá de lo académico. Por ejemplo, algunos educadores de primaria asignan tareas para que sus estudiantes más pequeños empiecen a administrar el tiempo, fomentar la responsabilidad y establecer una rutina positiva de aprendizaje en casa. Leer en casa o jugar juegos didácticos o matemáticos puede considerarse como “tarea”, pero son actividades estupendas para todas las familias, ya sea que sean asignadas por la escuela o no.

El tiempo cuenta. Más no siempre es mejor. Aunque no existe una cantidad “correcta” de tareas, una buena guía es asignar 10 minutos de tarea por cada año o nivel escolar (a partir de primer grado). Así, un niño de primer grado puede hacer diez minutos de tarea cada noche, mientras que una hora y media a dos horas y media se considera una buena cantidad para los estudiantes de secundaria. Esto es lo recomendado. Si tu hijo le dedica más tiempo que eso a sus tareas, tal vez algo está pasando: ¿Se distrae mientras trabaja? ¿Tiene dificultades con habilidades que podrían necesitar apoyo adicional (por ejemplo, lee despacio o le faltan conocimientos básicos de matemáticas)? Si tu hijo se demora haciendo sus tareas, habla con el maestro (o, si es mayor, anímalo a hablar directamente con su profesor).

Las tareas colaborativas pueden ser interesantes, pero las tareas deben ser hechas por los niños, no sus padres. No hay muchos estudios sobre qué tipos de tareas escolares son las “mejores”, pero algunos educadores afirman que las tareas colaborativas, en donde se les pide a los estudiantes que trabajen en equipo o con un adulto, tienden a ser más divertidas e interesantes. Dicho esto, aunque la tarea implique colaboración, los padres de familia deben dejar que sus hijos hagan el trabajo. Al fin y al cabo, así es como aprenden, tanto dentro como fuera del aula de clase. (Los padres de familia pueden ayudar a sus hijos de otras formas, como asignando un espacio libre de distracciones para hacer las tareas. Aquí hay más consejos para aliviar la carga de los deberes escolares).

Las tareas no deben interferir con el tiempo de dormir, jugar o compartir en familia. Al igual que los adultos cuando salimos del trabajo, los niños necesitan tiempo fuera de la escuela para descansar, reponer energías, mover el cuerpo y pasar tiempo con la familia y los amigos. Los más pequeños también necesitan mucho tiempo para jugar. Los deberes escolares pueden formar parte de una rutina extraescolar, pero si interfieren con actividades importantes o provocan ansiedad y estrés en la familia, es hora de hablar con el maestro de tu hijo.

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