No existe una idea perfecta para planificar el verano. Las necesidades (y preferencias) de cada familia en cuanto al cuidado de los hijos y sus actividades serán diferentes.
Pero, sea como sea, el primer paso para planificar el verano suele ser el mismo: averiguar cuándo terminan las clases. Consulta el calendario escolar para saber exactamente cuándo estarán de vacaciones.
A partir de ahí, puedes elaborar un plan que funcione para tu familia. Cuando ayudes a tu hijo preadolescente o adolescente a planificar su verano, ten en cuenta estas zonas y busca una forma para mantenerlas en equilibrio. Tal vez pase algunas semanas en la escuela de verano (zona 2), o tenga un trabajo cuidando niños dos días a la semana durante todo el verano (zona 3). Entonces puedes buscar oportunidades para rellenar los huecos que faltan con actividades de zona 1 o zona 4.
Así es como pensamos en las 4 zonas:
Zona 1: Descansar
Deja que tengan tiempo libre. Después de trabajar arduamente en la escuela todo el año, la mayoría de los niños mayores quieren descansar y recargar energías. ¿Podemos culparlos? Ya sea durmiendo más, pasando el rato con los amigos o jugando videojuegos, es saludable dedicar algo de tiempo a relajarse y descansar en el verano.
Zona 2: Aprender
Aunque no sea una opción muy popular, merece la pena plantearse si tu hijo necesita algún tipo de apoyo académico que pueda prepararlo para el próximo año escolar. ¿Tiene dificultades con alguna asignatura que podría reforzar durante el verano con tutorías virtuales (como Schoolhouse) o programas de aprendizaje en línea como Khan Academy o IXL? Muchas escuelas también ofrecen clases de verano a los estudiantes que necesitan apoyo, así que si crees que tu hijo podría beneficiarse, pregúntale a su consejero qué opciones hay disponibles. También es posible que tu comunidad ofrezca clases de enriquecimiento en otras materias que a tu hijo le resulten muy interesantes (como los cursos de codificación). La biblioteca local o el departamento de servicios humanos de tu ciudad son buenos lugares para empezar a buscar.
Zona 3: Trabajar
Este es un tema importante para los adolescentes, pero los preadolescentes también pueden empezar a trabajar en verano. Los trabajos de verano son geniales. Tu hijo adquiere experiencia laboral. Gana dinero. Sale de casa. Todo el mundo sale ganando. Los preadolescentes más jóvenes aún no pueden conseguir trabajos de verdad, pero pueden aprovechar los programas de consejeros en formación (CIT, por sus siglas en inglés) de campamentos de verano locales o probar suerte con pequeños trabajos en su comunidad. Cosas como pasear el perro de un vecino, trabajar en el jardín u ofrecer sus servicios como "ayudante de padres de familia" son excelentes formas de trabajo. Los adolescentes, por supuesto, tienen muchas más opciones. ¡Es hora de servir helado! (O lo que les interese).
Zona 4: Jugar
¿Quién dice que son demasiado mayores para correr? Si a tu hijo le apasiona un deporte u otra actividad, probablemente ya sepa qué hay disponible durante el verano. Pero no es demasiado tarde para probar algo nuevo: el departamento de parques de tu localidad puede ofrecer natación y otras actividades atléticas para niños de todas las edades. Anima a tu hijo a salir afuera y jugar a la pelota, aunque sea el tipo de persona que prefiera estar en casa.No te pierdas un instante.
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