Comunicación con la escuela / Salud / bienestar / Habilidades para la vida / Edades 5-18

Mi hijo falta a la escuela con frecuencia. ¿Qué puedo hacer?

Llevar a tu hijo a la escuela todos los días no siempre es fácil, pero es importante. Estas estrategias pueden ayudarte.

Que tu hijo asista a la escuela todos los días (y a tiempo) no siempre es fácil. Para muchas familias, los horarios de trabajo, el transporte, las enfermedades y otros factores pueden ser un obstáculo. Si tu hijo falta a la escuela con frecuencia, no está solo.

Pero estar presente en la escuela todos los días, a menos que tu hijo esté realmente enfermo y necesite descansar, es esencial para el aprendizaje de tu hijo. Si falta varios días a clase, puede atrasarse y le resultará difícil ponerse al día. Las ausencias frecuentes también causan dificultades al maestro y a toda la clase. No hay nada de qué avergonzarse si tu hijo falta a la escuela, ya que muchas familias se enfrentan a este problema, pero ahora es un buen momento para elaborar un plan para mejorar la asistencia de tu hijo en el futuro.

Si la asistencia escolar es un reto para tu familia, he aquí algunas cosas que debes tener en cuenta:

1

Hazte la pregunta: ¿Por qué está faltando mi hijo a clase?

Los estudiantes faltan a clase por muchas razones. Es importante identificar los principales retos a los que se enfrenta tu familia y tu hijo. ¿Se le dificulta pararse en las mañanas? ¿Se siente ansioso o aburrido y no quiere ir a la escuela? ¿Está enfermo con frecuencia? ¿Es el transporte un problema? ¿O se te dificulta llevar a tu hijo a la escuela por tu horario de trabajo? Cada reto tendrá su propia solución, y entender bien lo que está pasando es un buen punto de partida.

2

Lee la política de asistencia de la escuela.

Suele encontrarse en el manual del estudiante. La mayoría de las escuelas tienen su propia definición de un “ausente crónico”. Pero suele ser qué si un estudiante falta el 10% o más de los días escolares es considerado ausente crónico, lo cual parece mucho, pero puede acumularse rápidamente. Por ejemplo, si tu hijo falta unos 2 días al mes a lo largo del año, se le considerará ausente crónico. La escuela puede tener consecuencias para los estudiantes que faltan más de un número determinado de días, o para los que muchas faltas se consideran “injustificadas”. Por ejemplo, la escuela puede incluir la asistencia escolar en las notas, o pueden ser tomadas en consideración para aprobar una asignatura o graduarse (en el caso de los estudiantes de secundaria). Es importante entender las normas y explicarle las consecuencias a tu hijo.

3

Habla con el personal de la escuela.

Los maestros y líderes escolares de tu hijo quieren verlo en la escuela, y están ahí para ayudar. Solicita una reunión para hablar de cómo pueden colaborar para superar los obstáculos que impiden que tu hijo vaya a la escuela. Las posibles soluciones podrían incluir asociarse con otra familia que pueda ayudar a llevar o recoger a tu hijo de la escuela; involucrar a tu hijo en un nuevo club o actividad extracurricular que lo ayude a sentirse más entusiasmado con la escuela; acceder a recursos como instalaciones de lavandería en la escuela o desayuno escolar, y mucho más. Si hay algún otro adulto con el que tu hijo se sienta especialmente identificado, como un entrenador o consejero, habla también con estas personas. Puede que tengan otras ideas sobre cómo apoyar a tu hijo.

4

Crea un “plan de éxito de asistencia”.

Puedes empezar por restablecer las normas familiares para ir a la escuela todos los días. (Ya no estamos en tiempos de pandemia, cuando el más mínimo resfriado significaba quedarse en casa). Pide a toda la familia que se comprometa de nuevo a seguir una rutina matutina y a la hora de dormir que faciliten llegar a tiempo a la escuela. Eso puede significar despertarse 10 minutos antes para que tu hijo llegue al bus, o adelantar la hora de dormir para despertarse más fácil. Attendance Works ofrece esta útil plantilla para elaborar un plan para tu hijo. También puedes crear un “banco de ayuda” familiar con los nombres y números de teléfono de las personas a las que puedes pedir ayuda para llevar o recoger a tu hijo de la escuela.

5

Por último, habla con el pediatra de tu hijo.

Si tu hijo sufre ansiedad grave relacionada con la escuela o evita asistir a la escuela, es posible que necesite un apoyo que va más allá de lo que puede ofrecerle la escuela. Haz una cita con el pediatra de tu hijo para hablar de tus preocupaciones sobre su salud mental.

Obtén la guía por correo electrónico

Obtendrás acceso anticipado a nuestros recursos más recientes, consejos específicos sobre cómo apoyar a tu hijo dependiendo de su edad, invitaciones a eventos exclusivos para suscriptores y mucho más.

Inscríbete