Estos son nuestros siete consejos:
Ayúdalos a organizarse.
Anima a los estudiantes a que organicen sus tareas utilizando una agenda de papel o digital, y ayúdalos a establecer un sistema para guardar lo que han completado y lo que aún tienen que hacer.
Haz de los deberes parte de la rutina.
Intenta que los deberes se hagan a una hora fija cada día, tal como si fuera una actividad extracurricular, justo después de llegar a casa o inmediatamente después de cenar. Procura que el tiempo de tareas sea de 30 a 60 minutos, cuando hayan tenido tiempo para relajarse, pero no estén demasiado cansados. Puedes considerar la posibilidad de permitir que los niños mayores decidan por sí mismos cuándo quieren hacer los deberes, pero ten claro que deben hacerse a una hora determinada todos los días. Una vez establecida la rutina, intenta no insistir. Comunícales que es su trabajo hacer los deberes.
Crea un espacio especial para hacer las tareas.
Lo ideal es que se trate de un lugar tranquilo y bien iluminado, en el que puedas ver y chequear a tu hijo. Intenta también minimizar la necesidad de que se levante de la silla. Si utilizas la mesa de la cocina, elige un organizador que contenga todos los materiales y que se pueda sacar y guardar fácilmente.
Reduce las distracciones.
La hora de las tareas es un momento para estar tranquilo y concentrado. Puedes dar ejemplo de buen comportamiento estableciendo la expectativa de que la música alta, la televisión y los videojuegos están prohibidos para todos (incluyéndote a ti) en la zona de tareas. Si un niño termina antes que los demás, dale la opción de leer, dibujar o jugar tranquilamente en algún lugar fuera de vista.
Sé un entrenador, no un jugador.
¿Acaso un entrenador entra en el campo y se pone a anotar goles? Entonces, ¿por qué tienes el lápiz en la mano? Tu rol es monitorear y motivar, no hacer el trabajo tú mismo. De hecho, está demostrado que ayudar a los niños con los deberes no sirve de nada. Cuando se queden atascados, anímalos a pensar en formas de resolver el problema por su cuenta, por ejemplo, explorando recursos en Internet o escribiendo preguntas para que le haga a su maestro. Evita el impulso de intentar enseñarles, sobre todo si tampoco estás seguro. Si parece que se confunden o frustran a menudo, es hora de hablar con el maestro.
Incorpora descansos.
Fíjate cuánto tarda tu hijo en hacer los deberes. La cantidad de deberes que deben tener depende de su edad y su nivel de estudio. Para los tramos más largos, asegúrate de que los estudiantes tomen descansos para mantener su estado de alerta. En el caso de la secundaria, cada 30 a 45 minutos de estudio deben ir seguidos de un descanso de 10 a 15 minutos. En primaria, cada 15 a 30 minutos deben ir seguidos de un descanso de 5 a 10 minutos. Puedes utilizar un reloj o temporizador para mantenerlos motivados.
Choca esos cinco.
Por último, recuerda que un poco de elogio siempre es bien recibido. Felicita a tus hijos con regularidad, o incluso con alguna recompensa, por su esfuerzo y sus progresos.

National Parent-Teacher Association Parents' Guide to Success
La Asociación Nacional de Padres y Maestros (PTA, por sus siglas en inglés) ofrece estas guías anuales para ayudar a los padres a entender en qué deberían estar trabajando sus hijos en la escuela.

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