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5 maneras de darle independencia a tu hijo preadolescente (de forma segura)

Hoy en día, los padres de familia tenemos un dilema: cuánta autonomía debemos ceder a nuestros hijos a medida que crecen, asegurándonos al mismo tiempo de que estén seguros en un mundo que a veces parece todo menos eso. Lo importante es encontrar un equilibrio.

En nuestro entorno, recibimos mensajes constantes de que nuestros hijos están afrontando dificultades. Ya sea por motivos de salud mental, dificultades académicas, problemas sociales, acoso escolar, en fin. Es natural querer proteger a nuestros hijos y es tentador seguir tratándolos como si fueran bebés. Al mismo tiempo, si tienes un hijo preadolescente, es probable que tu hijo te pida más independencia, algo que necesita a medida que crece. ¿Cómo puede un padre de familia conciliar todo esto?

Estas son 5 formas en que puedes darle un poco de independencia a tus hijos a medida que crecen:

1

Establezcan normas y límites claros (juntos).

Puede que tu hijo quiera caminar solo a la escuela o a una actividad extracurricular, o salir de casa para andar por el barrio con sus amigos. Pregúntale a tu hijo si se siente preparado y lleguen juntos a un acuerdo sobre lo que puede o no puede hacer. Esto puede ser un límite geográfico, como “puedes ir de la calle X a la avenida Y sin tener que preguntarme o pedirme permiso, pero si quieres ir más lejos, tienes que preguntar antes”. Los límites también pueden ser más específicos o relacionados a una actividad, como “está bien que vayas solo a casa de un amigo después de clases, pero si cambias de sitio, tienes que consultarme”.

2

Crea oportunidades para practicar la independencia.

Esto es especialmente útil para los preadolescentes más jóvenes o los estudiantes de primaria que acaban de empezar a aventurarse a salir solos. Tal vez haya una tienda a la que puedan ir solos a comprar algo para picar, o un parque donde vayan a jugar basquetbol o montar en bici con un amigo. Los más pequeños pueden empezar pagando en la tienda mientras tú te quedas atrás. Empieza poco a poco para reforzar su confianza e independencia (al igual que la tuya) y ve avanzando.

3

Haz que busquen un trabajo.

Puede que tu hijo preadolescente o adolescente no esté preparado para un trabajo de verdad (y, de todos modos, no es legal que los jóvenes menores de 14 años trabajen). Pero incluso los trabajos ocasionales, como podar el jardín de un vecino, acompañar a un niño pequeño a casa desde la parada del autobús o palear nieve en invierno, pueden ayudar a tu hijo a adquirir importantes habilidades de vida, como la responsabilidad y la gestión del tiempo. Además, tu hijo seguro agradecerá su dinero bien ganado.

4

Ten la difícil conversación sobre la tecnología.

Es más fácil darle libertad e independencia a tu hijo cuando puedes ponerte en contacto con él rápidamente si es necesario (y viceversa). El caso es, obviamente, que le estarás dando acceso a un nuevo mundo digital, con todos los riesgos que conlleva. (Las redes sociales son todo un tema.) Si optas por un celular inteligente para tu hijo, aprovecha las opciones de límites parentales que incorporan los dispositivos y establece normas básicas adicionales en familia. (Firmar un contrato que establece medidas sobre el uso del teléfono celular es una buena idea.) Para las familias que prefieren esperar, existen alternativas como los relojes inteligentes o los teléfonos no-inteligentes que les permitirán seguir conectados mientras tu hijo está fuera de casa.

5

Dales espacio (e intenta mantenerte al margen).

Esta es la parte más difícil, ¿cierto? Una vez que hayas acordado los límites de la nueva independencia de tu hijo, no interfieras, aunque te duela un poco.

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