Pensando y aprendiendo

Cómo buscar apoyo académico en la universidad

Uno de los mayores retos de la universidad para muchos estudiantes, especialmente durante el primer año, es saber cuándo y cómo obtener apoyo académico. ¿Qué recursos tienen a su disposición ahora que están "por su cuenta"?

En la secundaria, los profesores de tu hijo probablemente eran mucho más atentos y se aseguraban de que los estudiantes recibieran la ayuda académica necesaria. A la vez, tú tenías más idea del aprendizaje de tu hijo.

Ahora, con tu hijo universitario, es mucho más difícil saber qué está pasando con su aprendizaje. Esto es por diseño: La universidad es un puente hacia la vida adulta, y se les pide a los universitarios que funcionen de forma mucho más independiente, incluyendo responsabilizarse de sus resultados académicos.

Pero esto no siempre es fácil para todos los chicos, ni para la mayoría. Y los estudiantes que vienen de escuelas secundarias que no exigen mucho académicamente pueden tener más dificultades que los que asistieron a escuelas secundarias más rigurosas.

¿Qué tipos de apoyo están disponibles para los estudiantes de la universidad, y cómo puede obtenerlos tu nuevo universitario?

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Horas de oficina. La mayoría de los profesores ofrecen horas de oficina para que los estudiantes pasen (o concerten una cita) para consultarles sobre el trabajo del curso. Las horas de oficina son algo muy bueno. Anima a tu hijo a aprovecharlas, incluso si no cree que necesita apoyo académico, ya que así puede entablar una relación con sus profesores (lo que es mucho más difícil en la universidad que en la secundaria) y sentar las bases para cuando necesite hacer una pregunta o pedir ayuda. Además, son buenas oportunidades para que los estudiantes practiquen hablar de tú a tú con adultos que no conocen bien, lo que puede ser una gran práctica para las entrevistas de trabajo más adelante.

2

Compañeros tutores y asistentes de enseñanza. La mayoría de las universidades tienen programas que emparejan a los estudiantes con compañeros para que reciban apoyo académico en temas específicos. Para adquirir este apoyo, tu hijo puede buscar el centro de tutoría de su campus. Es posible que haya horarios de tutoría, similares a los que ofrecen los profesores, o que pueda programar un tiempo individual con un compañero. Los estudiantes de posgrado que trabajan como ayudantes de cátedra también pueden ofrecer clases particulares u horas de oficina para ayudar a los estudiantes con los trabajos del curso, al igual que los bibliotecarios.

3

Casas culturales y otros grupos de afinidad. Estos espacios pueden parecer más sociales que académicos, pero en realidad pueden servir para múltiples propósitos. Por un lado, encontrar un espacio en el que tu hijo se sienta cómodo y apoyado le beneficiará en general. Además de las oportunidades de apoyo social y emocional, las comunidades de afinidad también pueden ofrecer orientación académica, sobre todo porque tienden a mezclar estudiantes de diferentes grupos de años con estudiantes de posgrado y profesores.

4

La oficina de accesibilidad de la universidad. Después de la secundaria, los estudiantes con discapacidades ya no están protegidos por la Ley de Educación para Personas con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés). Pero sí están protegidos por la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés), que les da derecho a adaptaciones que les permitan acceder a los materiales educativos. Todas las universidades que reciben financiación federal deben tener una oficina de accesibilidad (o algo con un nombre similar) para apoyar a los estudiantes con discapacidades. Si tu hijo tiene necesidades específicas de aprendizaje, es una gran idea ponerse en contacto con esta oficina con antelación. Los estudiantes suelen tener que ser bastante proactivos para recibir el apoyo que necesitan; por ejemplo, sus profesores tendrán que aprobar sus adaptaciones y también necesitarán evaluaciones actualizadas. Lee más sobre los tipos de adaptaciones que pueden estar disponibles para tu estudiante universitario.

Independientemente de la red de apoyo específica que exista en la universidad de tu hijo, anímalo a establecer estas conexiones antes de que necesite ayuda. No es necesario esperar a una emergencia. Y recuerde que, ahora que están en la universidad, aunque sigan viviendo bajo tu techo, deben entablar sus propias relaciones, en lo posible, sin tu ayuda. (Aunque seas tú el que pague la factura universitaria).

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